Yo te propongo vernos hasta la madrugada
y hasta despiertos soñarnos,
porque la imagen no es lo único que nos mantiene unidos,
porque mis tazas de café ya huelen a ti.
Que si nos damos emociones,
que sean a flor de piel,
para reírnos de su ardor,
burlarnos del dolor.
Yo te propongo un intercambio de caricias,
idas y vueltas en desenfreno,
y susurrarte cien veces al ido que te quiero.
Vernos a los ojos para encontrarnos también ahí,
colgarnos de las pestañas,
presentarnos a las pecas del iris,
y tomar el tiempo de memorizar nuestros lunares.
Yo te propongo darnos medicina para el veneno del pasado,
sacarnos las espinas del hubiera,
corregir nuestros ejes del camino,
y al final, solo sonreír.
Repartirnos las memorias,
dejarnos ganar en el ajedrez,
tomar de a sorbitos el mezcal,
para amarrarnos con el corazón en la mano.
Deja que te proponga,
que me comprometa,
deja que al menos te sirva lo que tengo de poeta.