Donum.

Dicen que a los que no les importan las cicatrices son causa perdida, pero yo creo más en el valor de los suicidas.

Los suicidas a diferencia de los demás, tienen un objetivo claro y toda su intención de por medio. Tienen las agallas que muchos no tenemos ni merecemos, tienen tanto que muchos no tenemos, sin embargo, creo que es importante denotar que no todos comparten en su totalidad el asemejo.

Existen los suicidas pesados y pegajosos, esos que te chupan el alma con un roce, y te quitan el aliento como aspirando el olor del café. A ellos, lo más sensato es tratar de entenderlos.

Por otro lado, existen otros que saben que hay demasiada incertidumbre y entropía, aún así aceptan y abrazan a la suerte por amor a la vida. Se cortan a pesar de la sangre, se mojan a pesar del frío, se casan a pesar de los tiempos post-modernos. A ellos lo mejor que queda es reconocerlos.